Diferencias entre pelotas de pádel y tenis

Tanto el tenis como el pádel son deportes de raqueta en los que se juega con una red en medio de la pista. Sin embargo, cualquiera que haya practicado ambos deportes sabe que en la práctica son muy distintos.

Las principales diferencias entre las pelotas de pádel y tenis están en la presión, el rebote y el tamaño. Las pelotas de pádel tienen menos presión, lo que se traduce en un rebote más controlado, ideal para el juego en espacios cerrados con paredes.

Aunque visualmente parecidas, las pelotas de pádel son un poco más pequeñas y ligeramente menos pesadas, están diseñadas para adaptarse a la dinámica y ritmo de cada deporte, ofreciendo sensaciones y comportamientos muy distintos en pista.

En el pádel, la pista es notablemente más pequeña que la de tenis, y está delimitada por paredes de cristal que no son simples elementos decorativos, forman parte activa del juego. Las reglas permiten que la pelota rebote en ellas, lo que añade una capa estratégica completamente diferente al desarrollo del punto.

Además, las palas de pádel no tienen cuerdas, a diferencia de las raquetas de tenis, sino agujeros en una superficie de goma junto a fibra de carbono o fibra de vidrio.

En Ofertas de pádel te explicamosmás detalladamente estas diferencias entre las pelotas de pádel y las de tenis.

Algunas de las mejores pelotas de pádel son las siguientes:

1. Presión interna

El factor más importante que distingue a estas pelotas es la presión con la que se fabrican. Las pelotas de pádel tienen una presión interna menor que las de tenis. Mientras que una pelota de tenis puede rondar los 14 psi (libras por pulgada cuadrada), las de pádel suelen situarse entre los 10 y 11 psi.

Esta diferencia de presión no es casualidad, ya que una pelota con más presión rebota más alto y rápido, características ideales para un deporte como el tenis, que se juega en una pista más larga y sin paredes. En cambio, el pádel requiere una pelota con un comportamiento más controlado, que permita mayor tiempo de reacción y se adapte al juego en espacios cerrados.

2. Rebote y comportamiento en pista

Al tener más presión, una pelota de tenis tiene más rebote y por tanto es algo más difícil de controlar. De hecho, si jugamos con una pelota de tenis en una pista de pádel, notaremos que el rebote es excesivo y la bola responde con demasiada viveza, dificultando el control del punto y rompiendo la dinámica del juego.

Las pelotas de pádel, por el contrario, tienen un rebote más contenido y un tacto más suave, lo que permite una mayor precisión, especialmente en golpes cercanos a la red, bandejas o víboras.

Además, su comportamiento al rebotar en los cristales está diseñado para facilitar la lectura del juego y fomentar los intercambios prolongados, característica clave del pádel.

3. Tamaño y peso

En cuanto a tamaño, la diferencia es mínima pero existe. Las pelotas de pádel suelen tener un diámetro ligeramente menor, entre 6.35 y 6.77 cm, frente a los 6.54 y 6.86 cm de las pelotas de tenis.

El peso, sin embargo, es bastante similar, moviéndose ambas entre los 56 y 59.4 gramos. Aunque estas cifras puedan parecer insignificantes, en el deporte de alto rendimiento cada milímetro cuenta.

Conclusión: cada deporte, su pelota

La elección de la pelota adecuada no es un detalle menor, influye directamente en el desarrollo del partido, en la estrategia y, por supuesto, en la experiencia del jugador.

Usar una pelota de tenis en una pista de pádel (o viceversa) no solo puede resultar incómodo, sino que altera por completo el espíritu del juego.

Por eso, al igual que seleccionamos con cuidado nuestra pala, zapatillas o equipación, conviene conocer bien las diferencias entre estos dos tipos de pelota. No se trata de cuál es mejor, sino de cuál es la adecuada para cada deporte.

Así que ya sabes, la próxima vez que entres en pista, asegúrate de llevar contigo la pelota correcta. En Ofertas de pádel encontrarás las mejores marcas de pelotas de pádel.

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