Si estás empezando a jugar al pádel, seguro que has escuchado que en pareja hay dos posiciones: drive y revés. Cada una tiene un lugar específico en la pista y, aunque al principio no notarás grandes diferencias, con el tiempo y la experiencia cada jugador suele especializarse y adoptar un rol más definido.
No es que haya una regla estricta, pero sí es cierto que cada lado favorece un tipo de juego y unas características concretas. Desde Ofertas de pádel vamos a verlas para que puedas identificar dónde te sientes más cómodo y qué habilidades puedes desarrollar en cada posición.
Jugador de drive, control defensa y construcción del punto
El jugador que ocupa el lado derecho de la pista suele ser el encargado de dar estabilidad a la pareja. Es el cerebro que construye y elabora el punto para ayudar a que su compañero pueda definirlo.
En este lado, es clave:
- Dominar la defensa: saber devolver bolas difíciles y recuperar la posición.
- Manejar el globo: un arma para ganar tiempo, recuperar la red o incomodar al rival.
- Controlar la chiquita: ese golpe suave y bajo que busca sorprender y bajar la bola a los pies del oponente.
- Buena volea de revés: especialmente para cubrir el centro de la pista, evitando que los rivales encuentren huecos.
Tradicionalmente, los jugadores de drive eran más bajitos y menos agresivos, centrados casi exclusivamente en la defensa y en no fallar. Sin embargo, en el pádel moderno cada vez vemos más jugadores jóvenes de drive que también son capaces de atacar, presionar y cerrar puntos cuando se presenta la ocasión.
Para este tipo de jugador son muy habituales las palas de control o redondas que tienen gran punto dulce y facilitan las labores asociadas a su posición.
Jugar en el revés, ataque y definición
El jugador que ocupa el revés, a la izquierda, es normalmente, el encargado de finalizar los puntos. Tiene más oportunidades de golpear con su brazo dominante en posición ofensiva, porque su derecha está en el medio de la pista, y por lo tanto, puede ser más agresivo.
En este lado, es clave:
- Definir el punto: aprovechar las bolas que prepara el compañero para cerrar con un remate o un golpe ganador.
- Dominar la víbora y el remate: golpes que presionan y desgastan al rival.
- Atacar en la red: moverse rápido para interceptar y cortar pelotas.
- Evitar quedarse atrás: cuanto menos tiempo pase en el fondo, mejor para su juego ofensivo.
El jugador de revés suele ser explosivo, con gran pegada y capacidad de reacción, buscando siempre tomar la iniciativa y presionar al contrario.
Por asociación, los jugadores de revés suelen usar palas de ataque o híbridas que les ayudan a tener ese extra de potencia que necesitan para ganar puntos. Aunque ya hemos dicho que eso va más con los gustos de cada jugador.
¿Y tú, de qué lado juegas?
La elección no es definitiva, y cuando estás empezando lo mejor es probar en ambos lados para conocer qué estilo te gusta más. Con el tiempo, descubrirás si prefieres construir el punto con calma desde el drive o ser el encargado de rematar la faena desde el revés.
Lo importante es recordar que el pádel es un deporte en equipo y que ambas posiciones son igual de valiosa y ambas se complementan para formar una pareja ganadora.


