
El pádel es un deporte divertido, dinámico y muy social, pero como en cualquier disciplina, empezar con buen pie es clave para disfrutar sin contratiempos. Uno de los errores más comunes entre quienes se inician en el pádel es no prestar atención a los factores que pueden provocar lesiones o molestias, especialmente en el codo, el hombro o la muñeca.
La buena noticia es que muchas de estas molestias se pueden evitar con algunos consejos básicos. Desde Ofertas de pádel te lo explicamos.
Una buena técnica es clave para prevenir lesiones
Cuando comienzas a jugar, es normal querer golpear fuerte desde el primer día. Sin embargo, si la técnica no es la correcta, lo más probable es que acabes forzando zonas del cuerpo que no deberías.
Muchas lesiones derivan de usar sólo el brazo o la muñeca para golpear, en lugar de implicar todo el cuerpo en el movimiento.
En el pádel, la fuerza del golpe no viene de apretar con el brazo, sino de una buena posición corporal: usar las piernas, rotar los hombros y transferir el peso hacia la bola. Este movimiento en bloque no solo mejora tu golpeo, sino que protege tus articulaciones y evita sobrecargas.
Por eso, una de las recomendaciones más importantes al empezar es tomar clases con un monitor o instructor cualificado.
Un buen profesor te enseñará desde el principio a moverte correctamente por la pista, cómo colocar el cuerpo y cómo ejecutar los golpes sin forzar zonas delicadas.

Las palas duras y con forma diamante son armas de doble filo
Además de la técnica, otro factor que influye mucho en la aparición de molestias es el tipo de pala con la que juegas.
Aunque muchas veces nos dejamos llevar por el diseño o lo que usa un jugador profesional, lo cierto es que estos modelos no siempre son los que mejor se acoplan a nuestro nivel.
Las palas demasiado duras, pesadas o con el balance muy alto pueden generar un mayor impacto sobre las articulaciones. Esto, a la larga, puede causar problemas como epicondilitis (codo de tenista), molestias en el hombro o dolores en la muñeca.
Por eso, si estás empezando o tienes un nivel intermedio, lo ideal es optar por una pala que te ayude a prevenir estos problemas:
- Pala de control: son más fáciles de manejar y ayudan a colocar mejor la bola sin necesidad de hacer esfuerzos innecesarios.
- Goma media o blanda: absorbe mejor las vibraciones, lo que reduce el impacto en brazos y articulaciones.
- Peso ligero o medio: facilita el movimiento y minimiza la fatiga muscular.
En Ofertas de Pádel puedes encontrar una gran variedad de palas para jugadores principiantes blandas, ligeras y con buena relación calidad-precio, ideales para cuidar tu cuerpo desde el primer día.
Otros consejos para evitar molestias
- Calienta antes de jugar y estira después de cada partido.
- No fuerces el ritmo: si te duele algo, para. Es mejor perder un juego que tener que pasar una o varias semanas de descanso y sin jugar por lesión.
- Hidrátate bien y cuida tu alimentación, ya que todo influye en tu rendimiento y recuperación muscular.
- Utiliza accesorios como overgrips o coderas que ayudan a mejorar el agarre y reducir vibraciones.
En resumen
Evitar lesiones al empezar a jugar al pádel es posible si prestas atención a dos claves fundamentales: una buena técnica desde el principio y un material adaptado a tus características. Con palas adecuadas y una correcta preparación, podrás disfrutar del pádel sin sustos y mejorar día a día en la pista.
Y recuerda: si estás buscando una pala ligera, cómoda y perfecta para cuidar tu brazo, echa un vistazo a las opciones disponibles en Ofertas de Pádel. Tu cuerpo te lo agradecerá.